La educación nutricional debe ser la base de cualquier cambio o tratamiento nutricional a realizar, ya que el objetivo último es conseguir que la persona genere cambios en sus hábitos, se alimente y relacione con la comida de forma autónoma.
Consiste en hacer partícipe al paciente de su propia alimentación, entendiendo que es lo que va a comer y porqué.
Ayudarle a identificar sensaciones y momentos para que sepa como debe actuar ante ellos.
Facilitar la autogestión de la alimentación y su carga emocional.