¿Por qué he «engordado»? Creo que es lo primero que alguien se plantea cuando se presenta un cambio en la composición corporal de uno mismo. ¿Qué ha pasado?
La respuesta a esa pregunta es sencilla y a la vez bastante complicada.
Si bien, la respuesta corta y fácil es por haber ingerido más Kcal de las necesarias. La respuesta que yo considero correcta va mucho más allá y se plantea en base a las razones que han producido esta modificación en la conducta alimentaria.
Así, el hecho de “engordar”, este cambio de la composición corporal, sería la punta del iceberg.
Aparte de esto tenemos que fijarnos en algunos de los siguientes aspectos, por ejemplo:
- ¿Existe algún tipo de patología? ¿Es por un problema hormonal?
- ¿Cómo es mi vida y mis costumbres?
- ¿Me ha ocurrido algo que me haya llevado a comer más? Como por ejemplo, problemas familiares o laborales que me hayan generado más ansiedad o estrés
- ¿Hay alguna situación que me impida moverme? ¿Tengo motivación para hacerlo?
- ¿Tengo conocimientos de cómo cuidarme? ¿Sé lo que tengo que comer?
Ya no parece tan sencillo ¿no?
Si nos quedamos únicamente con aquello que somos capaces de ver, dejaremos de poder ayudar a mucha gente, estamos prejuzgando sus acciones y en muchas ocasiones y hablo desde la experiencia terapéutica, generando episodios traumáticos y negativos para ellos.
Los procesos de cambio a nivel corporal se deben a un conjunto de factores bio-psico-sociales que de nada sirve analizar de manera independiente si no queremos que nos lleve a error.
Comer de forma adecuada, hacer actividad física, trabajar las emociones y cuidarse en general es una parte fundamental de la vida y debe volverse una necesidad del individuo que se adapte por completo a él y a su modo de vida.
Pero de la misma manera es fundamental encontrar la motivación inicial y recibir la orientación adecuada para iniciarse en ese proceso.
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